¿Cómo ser un Turista Responsable?

Turismo ético, turismo verde, turismo responsable; ¿Cuál es la diferencia y cómo puedes ir de vacaciones sin dañar el planeta?

Elegir el destino de tus sueños generalmente se reduce a cosas como el clima, el alojamiento, la vida nocturna y las actividades. Pero, ¿qué pasa con el impacto que tendrán sus vacaciones en la comunidad local, el medio ambiente o incluso cuestiones más importantes como el calentamiento global? Con un mayor número de vuelos baratos, más y más de nosotros estamos volando en busca de hermosas playas exóticas, aventuras llenas de adrenalina o simplemente escapadas de fin de semana de fin de semana. Pero podemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que nuestras escapadas no terminen dañando el medio ambiente, dejando intactos los destinos para que disfruten las futuras generaciones.

Pero primero, una breve guía de algunos de los términos:

Turismo responsable: se trata de usted: ser responsable de su elección de destino, de cómo llega allí, de cómo maneja las experiencias económicas, políticas o culturales que pueda tener durante sus vacaciones, y del mayor impacto en el medioambiente.
Turismo sostenible: un viaje que limita el impacto en las comunidades locales y los entornos circundantes, fomenta la prosperidad económica creando empleos y fomentando una mayor cohesión social.
Ecoturismo: un pilar del turismo sostenible, el ecoturismo (o turismo ecológico) se centra en la preservación del medio ambiente natural – flora y fauna, así como el patrimonio cultural del lugar que está visitando.
Turismo ético: viaje a un país o en un país donde pueda encontrar problemas éticos, como injusticias en los derechos humanos y problemas de bienestar animal.
Turismo ecológico: en lugar de contratar un jet privado o un vehículo 4WD, el turismo ecológico simplemente significa que utiliza medios de transporte respetuosos con el medio ambiente. Tradicionalmente, el turismo verde no se ha ocupado de factores sociales o económicos, pero ahora se usa en este contexto más amplio.

 

Ahora lo tenemos claro, aquí hay 7 consejos para ser un turista responsable:

  1. Compre localmente: Compre sus recuerdos en tiendas locales y boutiques de artesanías. Lo mismo vale para comer afuera; intente encontrar una deliciosa cocina casera y pruebe la cocina local. Esto fomentará las tradiciones artísticas culturales, ayudará a las empresas locales y tendrá un regalo verdaderamente auténtico y único para llevar a casa con usted.
  2. No le des dinero a los mendigos: Si bien pueden tirar de las cuerdas de su corazón, dar dinero a los niños de la calle, o cualquier tipo de mendigo que pueda encontrar en el extranjero, solo alimenta la desigualdad social, proporcionando alivio inmediato y sin solución a largo plazo a su difícil situación. Si desea marcar una diferencia real, considere donar a una organización benéfica cuando llegue a casa o antes de partir.
  3. Elija un operador de viajes éticos: Si le preocupa que el dinero gastado en organizar su viaje se destine exclusivamente a los bolsillos de los agentes de viajes sin beneficiar a la comunidad, entonces haga su tarea antes de reservar. Esto es particularmente importante si planea ser voluntario. Si bien es encomiable ofrecer tiempo y dinero para una causa digna, no tanto si los voluntarios mantienen a los trabajadores locales sin trabajo o si fuerzan a las instituciones con pocos recursos a gastar dinero actualizando las instalaciones para los turistas. Muchos operadores turísticos crearán itinerarios de viaje a medida para usted y se asegurarán de que una cantidad considerable de gastos se utilizará directamente para respaldar el desarrollo.
  4. Aproveche al máximo el transporte público: ¿Visitas una ciudad y quieres salvar tus pobres pies del exceso de golpes en el pavimento? Asegúrese de averiguar cuáles son sus opciones de transporte público; pregunte en su hotel, generalmente pueden proporcionarle mapas y explicarle los costos. ¡Visita la parada más cercana y sube a bordo! Además de ser súper barato y respetuoso con el medio ambiente, también podrás disfrutar de una parte de la vida cotidiana y pasar el rato con los lugareños en su viaje diario al trabajo.
  5. Coge un juego de ruedas: La mejor manera de descubrir un nuevo lugar es a pie o alquilando una bicicleta. Despegue a su propio ritmo y explore todas esas lindas calles, deténgase tomando un café o refrésquese en una cafetería. No solo es mejor para el medio ambiente, sino que también ayudará a quemar algunas calorías adicionales después de festejar con todos los productos y comidas locales.
  6. Investigue su destino: Haga algunas averiguaciones sobre el país que está visitando, más allá de la cantidad de playas vírgenes o puntos de puesta de sol que se encuentran, ¡aunque estas cosas también son muy importantes! Si estás ansioso por encontrar o alentar cualquier actividad éticamente dudosa, asegúrate de tener una idea realista de cuál es la situación política, económica y social en tu destino elegido. Aprende un poco sobre las costumbres y actitudes locales antes de despegar.
  7. Deje la vida salvaje donde está: Por muy tentador que sea llevar una concha brillante o un colorido trozo de coral como recuerdo, ser un turista responsable significa dejar la naturaleza en paz. Evite comprar productos hechos con materiales recolectados como resultado de la caza furtiva ilegal, por ejemplo marfil o ciertas pieles de animales. Incluso algunas maderas duras tropicales, como el sándalo, deben dejarse donde pertenecen y no deben volver a llevarse en su maleta.

 

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